La fiscal denuncia un caso de acoso laboral por parte del señor director de Fiscalías de Cundinamarca, por medio de una huelga de hambre de más de tres días y una protesta pacífica de seis días. Los hechos se dieron en mayo, cuando la Fiscalía le pide que asuma la labor de un despacho que no tenía fiscal, pues se encontraba incapacitada por problemas de salud mental. Al inicio se rehusó, pues entendía la carga laboral de los dos despachos, más uno que no conocía los casos que manejaba y tenía alta carga laboral. Hubo mucha insistencia y al final terminó aceptando. Le dijeron que para aceptar dicha seccional debía continuar con la Fiscalía sexta, con 1.800 procesos, y la Fiscalía quinta, que cuenta con 800 juicios. El primer mes se desempeñó en el cargo en las dos fiscalías que le habían dejado, pero la carga era bastante fuerte, tanto física como mentalmente para ella.
En el segundo mes habló con el director de Fiscalías para comentarle lo cargada que se sentía con ambos despachos. Él le respondió que ella “estaba ahí porque había querido, porque ella lo aceptó”. Desde el momento inicial, García asevera que había aceptado desde que se realizara una escalera de cargos, para que así se distribuyeran estos dos despachos entre más personas y no le quedarán únicamente a ella. El director de Fiscalías le dijo que en tres días le solucionaban ese tema, no obstante, no obtuvo respuesta ni solución alguna durante todo el mes. Cuando llegó el siguiente encargo, Aura manifestó que no iba a asumir esa carga laboral y la respuesta del director de Fiscalías fue sacar el primer acto retaliativo, una resolución, donde se las dice a García que debe realizar la funciones de las Fiscalías quinta y sexta obligatoria y gratuitamente.
Luego nombran a un fiscal para la seccional sexta durante 16 días, para alivianarle la carga a García. La Fiscal inicial vuelve de su incapacidad para asumir su cargo, se saca la resolución 00664, en la que le dicen que Aura debe asumir la fiscalía quinta y la otra fiscal, la sexta. Con esto, le cambiaron las condiciones de trabajo cuando ella venía realizando bien su labor en los más de 40 días que duró en la fiscalía seis. Ella no está de acuerdo con dicha resolución y dio una apelación que tampoco ha sido resuelta. García afirma que “siente que ha sido una víctima del sistema”. Hasta el momento no se ha pronunciado nadie de la Fiscalía General de la Nación. Por parte de la Procuraduría recibió una notificación en la que le daban su apoyo y le van a hacer seguimiento a su caso. Algunas personas de la comunidad se han acercado a ella con palabras de aliento y algunas botellas de agua. Otras se acercan curiosas a escuchar lo que ella está denunciando en el momento.
García sufre de ansiedad, ya acudió a psiquiatría y psicología y se encuentra en este momento medicada. Esto se dio debido al nivel de estrés laboral que estuvo manejando durante este tiempo. Los médicos han estado atentos al caso de huelga, específicamente chequeándole los signos vitales. Le han dado distintas indicaciones de cómo mantener el cuerpo hidratado en esta situación. Asimismo, han tratado de persuadirla con dejar de lado esta protesta e intentar otro canal o forma de hacerlo. Sin embargo, García se mantiene firme y comenta que ella no parará hasta que le den repuesta o se haga justicia, o en el peor de los casos deba ser hospitalizada.