La ayuda que necesitamos 14/11/2025
Ventana pastoral.
Estamos rodeados de voces que reclaman nuestra atención, pero estas voces a menudo no son tan importantes ni urgentes como se presentan.

En cambio, nos distraen de escuchar la voz que más importa en nuestras vidas: la voz apacible de nuestro Padre Dios. Al acallar las voces que nos rodean y hacer espacio para Dios en nuestras vidas, podemos escuchar la vida y la esperanza que solo Él puede ofrecer.

Pero, seamos sinceros. Hacer espacio para Dios en nuestras vidas es algo relativamente fácil de lograr una o dos veces. ¿Pero convertirlo en un hábito? ¿A lo largo de la vida? ¿Cómo se supone que funcione, especialmente cuando todas esas otras voces en la vida siguen exigiendo nuestra atención? En 1 Reyes 19, cuando Elías se encontraba en su punto más bajo en la ladera de esa montaña, creyó estar solo. Cuando Dios le preguntó qué hacía allí, Elías respondió: Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. Soy el único que queda, y ahora intentan matarme también.

Cuando creemos estar solos, nuestra relación con Dios se resiente. Nadie puede mantenerse espiritualmente sano en el vacío. Necesitamos una relación con Dios, pero también necesitamos relaciones con otras personas que nos animen y nos guíen hacia Dios.

Dios comprendió esto al tratar con Elías. Le dijo que, contrario a lo que creía, miles de personas seguían fieles a Dios en Israel. Además, Dios se encargaría de que Elías nombrara un sucesor, un hombre que pudiera apoyarlo en la obra que Dios aún tenía preparada para él y, algún día, continuar esa buena obra él mismo.

Si queremos acostumbrarnos a dedicarle espacio a Dios y escuchar su voz, también necesitamos el aliento de otras personas. Necesitamos personas que nos contacten, que nos pregunten cómo estamos y cómo va nuestro tiempo con Dios. Estas relaciones son clave para distinguirnos del ruido y escuchar la voz de Dios en los meses y años venideros. Reflexión: ¿Cómo puedes priorizar las relaciones que fomentan tu conexión con Dios ¿Qué podrías hacer para fortalecer o iniciar una de esas relaciones esta semana?

Oración: Padre, gracias por las relaciones. ¿Podrías indicarme a las personas en mi vida que me ayudarían a acercarme más a ti? ¿Personas que serían un ejemplo de lo que significa escuchar tu voz y animarme a escucharte también? En el nombre de Jesús, amén.