Juegos Olímpicos de Tokio 2020 20/08/2021
Olímpicos Tokio 2020
Cuba y Brasil los mejores de la región latinoamericana.

Por: Angélica González

Japón de los emperadores; de Hiroshima y Nagasaki; del milagro industrial y económico; de mujeres de extraordinaria belleza, para los occidentales un poco extraña; Japón de los jardines flotantes; de los bellos paisajes y cultura milenaria; está siendo sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Tokio 2020 y no es que hayan durado un año, lo que todos sabemos, es que a causa de la pandemia del Covid-19 se postergaron hasta días recientes y el 24 del mes en curso se empieza los paralímpicos, una vez terminados los juegos olímpicos que batieron marcas y rompieron mitos. Por la misma pandemia, estos juegos mundiales se celebraron sin público, pero haciendo gala de lo más moderno de las comunicaciones y por esa razón, millones de personas en el mundo entero, viven estos juegos con tal emoción que el mundo por momentos parece convertirse en un multicontinental estadio, que presencia con primorosa dedicación y una precisión extraordinaria las competencias de todas las disciplina y por supuesto, la emoción que causa escuchar las notas de los himnos nacionales de los distintos países cuando sus destacados atletas suben al podio. Esta experiencia de eventos sin público que con su calor y gritos animan a los competidores, es sin duda alguna, una circunstancia afortunada para la humanidad que ve, a lo más valiente de su juventud, disputar honores que son el resultado de un exigente entrenamiento de disciplina sin igual y un sano nacionalismos traducido en el amor a su tierra y a su gente, por eso los vimos gritar y reír; llorar y cantar; y su voz y sus gestos llegaron a sus respectivos países para que millones de personas vibraran con ellos.

Japón que sufrió como ningún otro pueblo el dolor de la guerra internacional de mediados del siglo pasado, por los dolorosos hechos del seis y nueve de agosto de 1945, que desgarró el alma de este noble pueblo, recibió como premio en estos juegos olímpicos dos actos que desnudan la esencia humana y muestran lo más bello de la juventud, cuando la solidaridad y el amor, se imponen a la crueldad y el egoísmo. En la competencia de salto de altura que disputaban los atletas, el qatarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi, cuando el atleta de Qatar, podía haber ganado la medalla de oro con mayor puntaje, decidió compartirla con el Italiano al no realizar una prueba que quedaba a su favor, pero que sin ella empataba con su contendor, por este gesto de nobleza infinita, los dos jóvenes atletas del mundo, hoy son medallistas de oro.

En otro episodio igualmente lleno de bondad, el atleta de Kenya, Abel Mutai, estaba solo a unos metros de la meta pero se confundió y se detuvo pensando que había finalizado la carrera. El atleta que corría detrás de él, el español Iván Fernández, al darse cuenta de lo que sucedía, comenzó a gritarle que continuara corriendo pero Mutai no sabía español, por lo que no lo entendió; Fernández, reconociendo que Mutai no lo comprendía, le dio un empujón para que continuara corriendo y ganara la carrera.

Un periodista preguntó a Iván: “¿por qué lo hiciste?”. Iván le contestó: “Mi sueño es que algún día vivamos en un mundo en el que nos ayudemos unos a otros para alcanzar la meta”. El periodista insistió: “pero, ¿por qué permitiste que ganara el atleta de Kenya?”. Iván le respondió: “No le dejé ganar, él iba a ganar la carrera. Esta victoria era suya”.

El periodista insistía, y le preguntó nuevamente: “Pero tú pudiste haber ganado”. Iván lo miró fi jamente y le respondió: “Pero, ¿cuál hubiese sido el mérito de mi victoria? ¿Cuál sería el honor en esa medalla? ¿Qué pensaría mi madre de esto?”.

Los valores se transmiten de generación en generación. ¿Qué valores enseñamos a nuestros hijos y cuánto inspiramos a los demás a vivir vidas virtuosas? La mayoría solo nos aprovechamos de las debilidades y faltas de otros, en vez de empujarlos para que alcancen sus metas.

¡No dejemos que los principios se pierdan!
Tomado de: instagram/granrealidad

Estas dos muestras de inteligencia y bondad, nos dan la certeza que con todas las dificultades, los habitantes de la tierra caminamos hacia unos tiempos donde la especie humana, vuelva a darse un universal abrazo lleno de calor filial, para que todos nos convirtamos en los tripulantes solidarios de este planeta que se desplaza por el universo infinito amparado por la energía y la luz del sol; que como dice un viejo axioma popular “en el oriente nace”.

Oro con esencia de mujer.
En estas justas deportivas, celebradas donde la mitología y realidad señalan que es la cuna del sol, brillaron muchas mujeres, ganando medallas de oro, plata y bronce, entre ellas destacamos a las colombianas Mariana Pajoi y Sandra Arenas que ganaron medallas de plata y que como se sabe, su país también fue independizado del yugo español por el hombre de las dificultades.

La venezolana Yulimar Rojas y la Ecuatoriana Deisy Dajomes, se encargaron de vestir de oro la PATRIAGRANDE de Bolívar y con su destacada actuación, batiendo marcas olímpicas nos hicieron vibrar de emoción, cuando el tricolor amarillo, azul y rojo, fue llevado al mástil olímpico y la nota de los himnos nacionales de estos dos países llenaron el ambiente de miles de hogares en Latinoamérica, hasta donde llegaron con su triunfo producto de su inteligencia, riguroso entrenamiento y disciplina de mujeres del pueblo.

La Casa Editorial CONCIENCIA se propone recibir a los deportistas paralímpicos que en Tokio 2020, participan en los juegos paralímpicos que empiezan el 24 de este mes con una gran movilización a un escenario deportivo de la capital colombiana.

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