Parir: Sublime acto 02/11/2022
Parir es el acto más bello de la naturaleza, parir es el momento que más sentimientos despierta en la especie humana, alegría, tristeza, incertidumbre y a veces miedos agitan el alma de la nueva madre.

El 7 de agosto, el pueblo de Colombia parió el proyecto político más justo y humano, proveniente de formidable esfuerzo con fe revolucionaria para la salud de la Pachamama, de la Madre Tierra, de la humanidad misma; nunca antes se habían reunido con el mismo propósito, en un mismo sitio -que a la aposte resultó
pequeño- hombres y mujeres de tan diversa procedencia y condición: indígenas, diplomáticos de toda América Latina y otras partes del mundo, pescadores, maestros de escuela, negros, militares, plomeros, artesanos, prostitutas, jóvenes deportistas, curas, campesinos, escritores, un Rey como genuino representante de un viejo orden signado por el despotismo, Presidentes de varios países Jefes de Estado y de Gobierno, enfermeras, médicos, carpinteros, parteras de profesión, periodistas, cantineros, músicos de madrugada y en fin, una muchedumbre diversa sin distingo de sexo, religión o condición social, todas y todos con el puño en alto y el grito en la garganta, recibieron la Espada del Libertador, que en ese momento hacia su entrada triunfal a la plaza. Espada de Bolívar que un día de 1974 fue sacada de la última casa donde vivió el Libertador en Bogotá, y en manos de un puñado de muchachos y muchachas revolucionarios, empezó su lucha por América Latina para que esa tarde, por orden del Presidente recién posesionado, recibiera el vaho de más de cien mil seres humanos y se hiciera el milagro de parir con fuego el sueño de justicia tantas veces frustrado a mitad de camino, porque se impuso la mentira sobre la verdad, la muerte sobre la vida y la sangre del pueblo inundó la campiña.