Presidente Iván Duque, dice en Santa Marta.
Por: Ángela Moscoso
“Maldito el soldado que vuelva las armas de la república, contra su pueblo” ¿Esculcando en su CONCIENCIA, el presidente podrá sentir que ha guardado este pensamiento?, que es una orden perentoria para todos aquellos que tienen una responsabilidad de estado.
“La verdad limpia y pura es el mejor modo de persuadir” Cuando el Libertador Simón Bolívar, habla de la verdad, nos muestra esta condición humana como la mejor vía para alcanzar la felicidad; cada vez que Bolívar levanta su espada para defender su causa, persuadir o castigar a los apátridas, lo hace resaltando una virtud o dando una orden llena de sabiduría. Cuando maldice a quienes les ha entregado un arma para defender la idea de la justicia, está previniendo sobre las consecuencias de la perfidia, por eso debo resaltar aquí los tratados de paz firmados en La Habana, entre el estado colombiano y un sector de las fuerzas insurgentes, con la certeza que si estos tratados se cumplen en estricto apego a la verdad, muy seguramente cesarán las masacres, los asesinatos selectivos, la confrontación y lo más grave que ha sucedido en los últimos tiempos, el ataque letal contra la protesta pacífica.
“El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
La consigna de Angostura, ante el Congreso pleno, que hace referencia al mejor sistema de gobierno, podría el presidente Duque -en el año que le queda de gobierno-, implementar las bases que den las herramientas al próximo gobierno, para que este propósito se convierta en realidad y él, me refiero al presidente Duque, pasar a la historia como el hombre que fue capaz de romper cadenas, levantar la frente y aceptar el error, para de manera decisiva acertar en el propósito de conseguir la paz, que nos conduzca al Desarrollo Humano Integral y la felicidad.
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