En EL OBSERVADOR pensamos, soñamos y nos atrevemos a hablar con la gente, a base del respeto, y de una buena taza de café. Hoy, con Juan Carlos Vélez Caro 19/07/2022
Juan Carlos Vélez Caro y el director Julio León
El Observador

Este ingeniero lidera la protección del medio ambiente en Sopó y el norte de la Sabana y, junto con todo el equipo humano de PRODENSA, articula y dinamiza el diálogo entre los distintos actores que influyen en la región, integrando los esfuerzos del sector empresarial, la sociedad y el sector público, para mejorar la calidad de vida de la comunidad de la región Sabana Centro.

EL OBSERVADOR. ¿Qué es PRODENSA?
Juan Carlos Vélez: La Corporación Prodesarrollo del Norte de la Sabana (PRODENSA) desde hace 35 años concibe, diseña y ejecuta programas y proyectos en pro del desarrollo sostenible de nuestra comunidad.

(E.O.) Durante esos 35 años, ¿qué proyectos considera son los más dignos de resaltar?
(J.C.V.) ¡Hasta este momento, una cantidad! Pero quisiera iniciar con uno que surgió a partir de las necesidades básicas que hace 35 años tenía la población que venía a vivir en el territorio y a trabajar en nuestras empresas. Resulta que algunos se amañaban y otros no, existía siempre la incertidumbre. ¿Qué hace mi señora? ¿Qué hacen mis hijos? Desde el inicio, PRODENSA se enfocó en atender estas inquietudes por medio del diseño de programas focalizados, a través de talleres de costura se intervino a esa población que se quedaba en el hogar. Fue así como se dedicaron a fabricar las dotaciones utilizadas en las empresas; esto hizo que las familias estuvieran más unidas; también, que pudieran conocerse como comunidad y pasar un rato agradable. Con respecto a los hijos, fue PRODENSA la corporación que trajo un modelo de Medellín, que se llamaba ‘Batuta’, en el que los chicos aprendían a hacer música. Con la ayuda de las empresas se compraron los primeros instrumentos musicales y se contrataron a los instructores que dieron comienzo a esa red de escuelas y bandas que ahora funcionan en los municipios de Sopó y Tocancipá.

El tema de la seguridad, también era muy importante. Recuerden ustedes hace 35 años todos los riesgos que había en la región derivados de múltiples amenazas. Entonces, se generó un espacio de confi anza y de comunión, en el que se coordinaron planes junto con las autoridades para poder lograr que las condiciones fueran las mejores. En aquellos tiempos, los alimentos eran costosos, sobre todo para las personas que venían de otros lugares. Se gestionaron alianzas con Colsubsidio, que se materializaron con la llegada de unos carros que vendían mercados a precios más asequibles.

Es primordial destacar que PRODENSA evidenció el cambio de los modelos de trabajo, que se enfocaron cada vez más hacia la productividad. Fue así como la corporación participó y lideró algunas de las cooperativas asociativas de trabajo. Fueron miles de personas las que recibieron capacitación y se unieron a esas actividades que las empresas requerían, como por ejemplo mensajería y mantenimiento de prados.

Entonces esas cooperativas nacieron y le dieron la oportunidad a las personas de que se engancharan a trabajar, ya no desde el modelo clásico de trabajo, sino con su propia empresa. Algunas de esas empresas llegaron a lugares fantásticos, estoy diciendo que una de ellas, por ejemplo, que estuvo trabajando para Corona hasta hace dos o tres años, transformó a sus familias quienes cambiaron su forma de pensar, logrando no solo su sustento, sino que posibilitó formar hijos a nivel profesional; todo esto se generó alrededor de esta formalización laboral.

Recientemente, se implementaron los programas de carácter ambiental y de orden social. ‘Residuos con propósito’ es una labor muy acertada desde la cual PRODENSA gestiona desde hace casi 20 años desechos de orden Industrial de más de 70 empresas que confían en nosotros para el manejo adecuado de sus residuos reciclables, residuos peligrosos y residuos especiales. Aprovechando esa experiencia, PRODENSA viene trabajando de manera decidida en todo lo referente a residuos posconsumo que son aquellos que están en nuestras casas. Debemos entender algo: ¡Nosotros somos parte del problema! Normalmente, vemos la situación ambiental a través de una pantalla, como algo alejado y que no nos concierne. Es por eso que intentamos que las personas comprendan que todos somos parte del problema, pero que así mismo, somos la única esperanza. Creemos que ahí es donde está la clave, tratando de que la gente despierte su liderazgo.

(E.O.) ¿Podemos mencionar algunas empresas familiares que bajo el amparo de PRODENSA hayan logrado su independencia administrativa y financiera?
(J.C.V.) La primera se llamó Confecciones Teusacá y podría mencionar, por ejemplo, a Atenex (Atención Inmediata con Excelencia) también está Efectiva y a SICI (Servicios Integrales a la Cadena Industrial). Son empresas que puedo decir con mucho orgullo que han sido integradas y desarrolladas por personas maravillosas. Creo que es muy importante rescatar el valor de lo que representa la persona, porque si bien yo me siento muy orgulloso de que una empresa haya nacido, se haya organizado en PRODENSA, más allá de una cifra, lo principal es la transformación del ser humano.

(E.O.) ¿Qué injerencia han tenido en el ámbito educativo?
(J.C.V.) Fuimos decisivos en la formaciónde operarios integrales, en el marco de la creciente expansión empresarial. Se crearon unas mesas de confi anza y de trabajo conjunto con las empresas del sector y con el SENA. Es muy común escuchar que las empresas soliciten diversos perfi les para el mismo cargo. Nuestra labor ha sido la de invitar a unifi car. ¿Qué es lo que queremos? Y de la mano con el SENA, generar procesos de formación pertinentes donde la gente llegue y diga: “¡Hombre qué maravilloso!”. Es lo que buscaba, voy a ser un operario integral, voy a conocer de medio ambiente, de mantenimiento in situ o de estadística. También hay quienes dicen “Yo nací para artista, pintor o guitarrista”. Pues bien, aquí también los apoyamos, nos encanta que descubran su vocación.

(E.O.) ¿Qué papel juega el sector público en PRODENSA? ¿Han recibido algún tipo de apoyo?
(J.C.V.) Por lo general, la comunicación es de muy buena calidad con los sectores públicos. Nosotros los reconocemos como líderes naturales de los procesos territoriales; igualmente los concebimos como fundamentales dentro de lo que es el modelo de desarrollo sostenible de nuestra región. Me parece que la función pública debe incluir esa función de sostenibilidad, es decir “Todos ponen aquí”. No necesariamente se trata de dinero ¡Sino de su actitud! Ese concepto es fundamental. Se trata de una relación donde decimos: “Vamos a apoyar en programas específi cos, vamos a alinearnos, por ejemplo, en temas de seguridad alimentaria”. Tenemos un componente de formación para el trabajo en articulación con la Universidad Militar y la Universidad de La Sabana. Entonces podría decir que estamos muy unidos trabajando. También nos interesa analizar cómo podemos contribuir al cumplimiento de los objetivos de los planes de gobierno, cómo podemos construir desde el diálogo permanente. Así damos pasitos hacia lo que llamamos desarrollo, a esa fotografía de futuro.

(E.O.) Se percibe un aire de desaliento y desesperanza en la sociedad y más ahora que estamos en una época de campaña presidencial. ¿Cómo ven el futuro cercano del país?
(J.C.V.) Gracias por esa pregunta, considero que independientemente de las circunstancias, uno es quien fi ja su posición frente al entorno. Tal y como lo dijo el emperador y fi lósofo Marco Aurelio: “Es necesario distinguir entre lo que puedo cambiar y lo que no puedo cambiar”. PRODENSA ha venido distinguiendo lo que puede cambiar de lo que no puede; descubrimos que podíamos transformar nuestra actitud, es entonces como nos caracterizamos por tener una mirada muy propositiva, nuestra imagen del futuro es muy buena y trabajamos por esa imagen todos los días y de manera incansable. Procuramos un mejor ecosistema con aliados como el Parque Jaime Duque, con la Fundación Proyecto Unión, con Fundafé, así como con muchas otras empresas y entidades que se luchan el territorio, que hacen cosas por nuestra región y por nuestro mundo de manera decidida. Nos llena de esperanza conocer personas como ustedes que se dedican de una manera tan especial a tratar de conectar con la gente, a tratar de liderar desde el ejemplo, metiéndose en los corazones de las personas. A la gente hay que decirle: “¡Oiga hermano!, active el chip, evite sumarse a la desesperanza, a la crítica, a la mala noticia, arranque a hacer cosas, levántese y sonría”, diga: “Gracias a mi Dios porque abrí los ojos y pude ver esa casa maravillosa, su ventana o los árboles. O ¿por qué no cambiar la cambiar la rutina recorriendo el Parque Jaime Duque y su ecoparque de 70 hectáreas y con 160.000 árboles sembrados?

(E. O.) Para concluir, Juan Carlos Vélez, ¿qué proyecto considera usted el más importante?
(J.C.V.) Hay uno que ha venido tomando mucha fuerza, se trata de la Escuela de Formación Social y Ambiental PRODENSA, que se está desarrollando en el mejor lugar del mundo que son las instalaciones del ecoparque del Parque Jaime Duque. Los invito a conocer y proteger nuestro planeta, es un lugar maravilloso donde hemos descubierto que la basura no existe y la naturaleza lo sabe perfectamente, en su lugar encontramos residuos. Es urgente que nosotros entendamos y extendamos su vida útil dentro de las dinámicas de lo que se conoce como economía circular y cuyos principios existen hace tiempo, recordemos que el tarrito del Saltinas servía para el árbol de navidad, para guardar las galletas y hasta como costurero. Queremos que la gente comprenda que es posible salvar el planeta, solo si cambiamos nuestros hábitos, si entendemos por ejemplo que, en la dinámica del reciclaje se debe entregar el material limpio, seco y separado. Todo este direccionamiento se puede dar desde la escuela, pero si no queda marcado en el corazón del individuo, si decide no hacerlo, el cambio social no será posible. Se requiere de liderazgo, pero para ser líder lo primero es bajarse de la moto, mirarse a sí mismo y asumir la responsabilidad.