En EL OBSERVADOR pensamos, soñamos y nos atrevemos a hablar con la gente, a partir del respeto, y con una placentera taza de café. Hoy con: Zonia Herrera, la maestra de bellas artes 17/12/2025
Zonia Herrera.
Hace 13 años está vinculada con el Instituto de Cultura y Turismo de Cajicá, donde ha sido profesora de muchos niños y jóvenes que hoy son artistas con una carrera exitosa. Enseñar arte es su pasión y su obra artística está inspirada en el paisajismo.

La Z de su nombre, que se escribe siempre con S para cumplir con las normas de ortografía, quedó para toda la vida por un error involuntario de la persona que la registró cuando nació. Nadie se dio cuenta que había quedado inscrita con el nombre de Zonia y así aparece en todos los documentos, por lo que tuvo que apropiarlo pese a que lo correcto es escribir Sonia. Zonia Herrera, que nació en Zipaquirá, pero todo el tiempo ha vivido en Chuntame, una vereda tradicional de Cajicá, es la coordinadora de la Escuela de Artes Visuales y Oficios del Instituto Municipal de Cultura que hoy tiene cerca de 500 estudiantes, entre niños y adultos mayores.

Con el apoyo de su padre, Rafael Herrera, un conocido tapicero de Cajicá, y la resistencia de su mamá, Gilma León, ama de casa que aún vive, estudió en el INSE (Instituto Superior de Educación) licenciatura en Bellas Artes. De esta institución surgió años después la Universidad de La Sabana, ubicada en Chía, Cundinamarca.

Se casó con Alfonso Martínez, músico de Zipaquirá, antes de terminar la carrera y se dedicó al hogar, por lo que dejó por un tiempo la actividad artística. Es madre de tres hijos: Rafael Alfonso, quien falleció en agosto del año pasado; César, dibujante y músico que se desempeña actualmente como director de prensa de Inscultura de Cajicá.

Su hija Olga Lucía hace 18 años se fue a vivir a Argentina con la pasión de jugar fútbol, su deporte preferido. Terminó estudiando fotografía en la Universidad de Palermo en Buenos Aires y hoy es una empresaria exitosa en este campo. Y juega fútbol, pero por simple hobby, no como profesional.

EL OBSERVADOR: ¿De dónde surge esa vena artística?

Zonia Herrera: La influencia viene de unos primos por el lado de mi mamá dedicados al dibujo y la pintura. Desde niña me gustaba hacer dibujos. Recuerdo que dibujaba a cantantes famosos de mi época como Camilo Sesto, Julio Iglesias y José Luis Perales, a quienes admiraba mucho. Años después me fui inclinando por la pintura, a la que le he dedicado gran parte de mi vida. El paisaje cundiboyacense está reflejado en algunas de mis obras, me gusta mucho plasmar la cotidianidad para transmitir un mensaje social.

EO: ¿Pero antes que ser artista pensó ser monja?

Z. H.: Estudié hasta 4º de primaria en la escuela de Chuntame, que hoy es el colegio Pablo Herrera, que es de otros Herreras distinto al mío. En la escuela anexa al Pompilio Martínez hice 5º de primaria. Luego me fui a estudiar el bachillerato en el Colegio María Auxiliadora de Chía, que era solo de mujeres y dirigido por hermanas salesianas. Tengo una tía que es monja y con mi mamá influyeron para que estudiara en este colegio muy reconocido. En algún momento pensé en ser monja (risas) y alcancé a estar en un grupo de noviciado. Con el transcurrir del tiempo me di cuenta que eso no era lo mío y hasta ahí llegó la vocación de ser monja.

EO: ¿Cómo se vincula con el Instituto de Cultura y Turismo?

Z. H.: Luego de desempeñar mi papel de mamá retomo mi actividad artística. Abrimos una galería en el pasaje La Estación, Expoarte, pero no nos fue bien y tuvimos que cerrar. Por una invitación del alcalde en ese momento –año 2012–, a trabajar en su administración me presento al Instituto y conozco a su director Juan Carlos Mendoza. Sin saber nada, entro como profesora de dibujo de alumnos de todas las edades. Asumo con mucha responsabilidad y dedicación esta tarea y a los seis meses me nombran Coordinadora de la Escuela de Artes Visuales y Oficios. No tenía ninguna experiencia, pero me dediqué a aprender y me enamoré de las artes. Ya son 13 años de trabajo en el Instituto en los que hemos consolidado la escuela.

EO: ¿Hoy son más de 500 alumnos de todas las edades que estudian diversas artes?

Z. H.: La escuela tiene artes plásticas (dibujo, pintura y escultura); artes gráficas (ilustración digital); artes visuales (fotografía, video, animación y cine); y artes y oficios (manualidades, cerámica plástica y tejido en telar). Lo gratificante es que muchos alumnos míos ya se han abierto camino en la vida artística con éxito. Admiro mucho, por ejemplo, a Janeth Torres, escultora, ganadora en la Exposición Primavera; y a a José María Hernández, un pintor también ganador.

EO: ¿Definitivamente Cajicá es epicentro cultural del país?

Z. H.: Su posición geográfica privilegiada, el espacio del Centro Cultural y los convenios y alianzas han ayudado a fortalecer la cultura en el municipio y la región. La participación de artistas nacionales e internacionales renombrados en diferentes eventos ha posicionado a Cajicá como un destino cultural, con una imagen del municipio muy reconocida en el país.