Martha Sáez Poveda 30/11/2022
En EL OBSERVADOR pensamos, soñamos y nos atrevemos a hablar con la gente, a base de respeto, y de una buena taza de café. Hoy con:

Docente de Cogua ganadera en Cundinamarca con el proyecto educativo “Ecotrueque, delantal de la abuela y correo mágico, estrategia para el Desarrollo Socioemocional, la Innovación, el Emprendimiento y la Educación rural, hacia la paz verdadera”. Es una experiencia significativa construida durante dos años en una institución educativa pública.

La profesora Martha, como todos le dicen, nació en un pequeño pueblo de Santander, Guadalupe, donde precisamente se venera a la Virgen de Guadalupe, lo que atrae a turistas de todas partes. Siempre ha sido una ganadora, Su amor por la educación, a la que ha dedicado 20 años de su vida, está compensado en los logros conseguidos por su natural vocación a enseñar. Ella misma se considera un apóstol de la educación, al confesar, con nostalgia, que cuando niña quería ser religiosa, pero no pudo por circunstancias de la vida.

Con 43 años de edad, tiene un doctorado en educación y es maestra de lengua castellana. Es tutora en Cundinamarca de los programas “Todos a Aprender” y “Cuento es mi cuento”. Actualmente da clases en el Instituto Educativo Departamental El Altico de Cogua, municipio de Sabana Centro. Con el proyecto que lidera representará a Cundinamarca en el Foro Educativo Nacional, que se celebra el 11 y 12 de noviembre en Bogotá.

EO: ¿ Por qué gana su proyecto en el Foro Educativo Departamental 2022, compitiendo con un total de 243 experiencias?

Martha Sáez Poveda:

Es un proyecto integral que involucra a toda la comunidad educativa, que busca fortalecer el tejido social para potenciar la paz desde la educación. Involucra a los padres de familia, estudiantes, abuelos y profesores. Después de la pandemia se evidenció dificultades fuertes en los niños en lectura, escritura y resolución de problemas. Entonces se genera una estrategia para potenciar esas debilidades. Los abuelos, fueron los más cercanos a los niños en pandemia, entonces se decide vincularlos para fortalecer la parte ancestral y transaccional de un abuelo a un nieto. Y el diagnóstico pospandemia también evidenció que los profesores no querían volver a las aulas, tenían miedo de convivir con los otros, algunos tenían complicaciones de salud y otros sufrían de estrés.

EO: ¿ Cuáles son los ejes del proyecto?

Tres ejes: la parte académica, la parte de salud emocional y salud mental y la parte de ocio. Se hizo un plan de formación para maestros en el que se promueven actividades lúdicas y ahí se genera la estrategia del trueque: doy de lo que tengo y los demás me comparten de lo que tienen. Los colegios en Cogua todos son técnicos, y El Altico lo es en preparación de alimentos por los propios maestros. Luego se vinculó a las familias que tenían problemas de integración y se generó un programa de juegos tradicionales para compartir y además para promover el diálogo familiar. Ver una película juntos, jugar rana y otras actividades como concursos, contribuyen a que se reúnan, lo que fortalece los lazos afectivos.

EO: ¿ Han recibido apoyo de las empresas de la región?

Necesitamos recursos para los premios, para organizar diferentes actividades y para trasladar a los abuelos, que son los que hacen el acompañamiento a los nietos. Hemos recibido apoyo de la gerencia de Desarrollo Social de Cogua, pero sí necesitamos de aliados de otros sectores para tener un mayor impacto. Se hizo una reforma a los planes que había y se repensó el currículo para adecuarlo a la nueva situación: se agruparon las asignaturas a partir de aulas y secuencias didácticas. Para preescolar se hizo un proyecto a de los juguetes, que se es lo que más les gusta a los niños. Pero también les llama la atención los temas de minería, de la represa y la reserva natural de Cogua, que se incluyeron para reconocer lo ancestral y la belleza natural, lo que inculca en los niños la protección del medio ambiente. Ellos elaboran los juguetes con material reciclable: carros, aviones, muñecas, robots. Desde ahí se trabaja toda la parte de enseñanza con juego, arte y literatura.

EO: ¿ La comunidad cómo ha recibido el proyecto?

Muy bien, porque se vincula con los mercados campesinos y al pasar a nivel educativo tiene un sentido muy social: los niños ya hablan del “ecotrueque” como oportunidad de conocimiento. Esos juguetes los cambian por semillas, las siembran y así se garantiza la seguridad alimentaria de las familias porque cultivan productos orgánicos. De esta manera estamos enseñando a emprender y a practicar materias como las matemáticas y lenguaje.

Con la actividad del “delantal de la abuela”, lo que buscamos es proteger la parte afectiva de los niños con el apoyo de sus abuelos, que son los más cercanos. Preparar recetas ancestrales deja conocimiento que se transmite a través de los abuelos. También se incluye la parte de las artesanías, de la gastronomía tradicional. Y todo, con el apoyo de la parte tecnológica.

La tercera actividad es el “correo mágico”, que promueve la comunicación a través de cartas escritas a mano entre los niños de dos colegios que no se conocen: el IED de Capellanía y el Colegio Antonio. Ya se han intercambiado por lo menos 2.000 cartas entre niños de Cogua y Cajicá. En ellas, un niño le cuenta a otro que quiere ganarse una beca con la Fundación Cavalier y le comparte todo lo que hace a diario para cumplir ese sueño.

EO: ¿Cómo se asocia el proyecto a la paz?

La palabra trueque es muy ancestral y se está promoviendo mucho en Cogua. Es cómo yo doy y recibo de los demás. Está asociado a la parte de la paz desde las actividades económicas y sociales. Las familias, los desplazados, los reinsertados, encuentran otra forma de vivir a través del trueque como un emprendimiento. Las huertas escolares se hacen en casa y los productos se llevan al mercado campesino para vender. Eso hace que los niños piensan en la agricultura y en volver al campo para fortalecer el desarrollo tecnológico.

EO: ¿Qué sigue ahora para potenciar el proyecto?

Generar alianzas porque necesitamos apoyo de las entidades y empresas privadas para potenciarlo. Con la FundaciónnCavelier nos gustaría mostrarles el proyecto para volverlo una política pública a nivel de toda la Sabana C entro. En ese propósito, nos presentarnos a una convocatoria a nivel Latinoamericano y ganamos porque el proyecto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostiene 2030 (ODS): asistimos a la Cumbre Iberoamericana de Desarrollo Sostenible, que se realizó en México del 24 al 28 de octubre. Allí mostramos el proyecto y recibimos ideas para potenciarlo.

Igualmente, al comienzo de año representamos al país en Buenos Aires (Argentina), donde presentamos el proyecto como una estrategia educativa en el marco del Congreso de Innovación y Desarrollo al lado de ponencias de Chile, Uruguay y Argentina, Y también a nivel de Colombia, estuvimos en Bucaramanga en el Congreso de Investigación y Educación, organizado por la Universidad de Los Andes en alianza con la Universidad de Santander, en desarrollo del programa “Maestro Investigador”. Lo que queremos es replicar el proyecto, que está enmarcado en el Plan de Desarrollo de Cundinamarca, en todo el país para convertirlo en una política pública nacional.