Gerardo Cuervo Zorro, periodista, nacido en Cajicá, el 31 de octubre de 1936, hijo de don Pedro Cuervo y doña Uvaldina Zorro, creció en su sencillo pero cálido entorno familiar en el sector de Rincón Santo. “Santo Rincón de mi infancia, de mi Cajicá del alma”, se expresa sobrecogido el maestro, muchas veces con lágrimas y profunda nostalgia.
A medida que fue mostrando su destreza y habilidad con la mano que lo llevó desde niño a rayar las paredes de su casa y luego a escribir sus primeras letras desde su estudio primario realizado en Cajicá, cursó su secundaria en Zipaquirá y la especialización en Pamplona, Santander.
Su pinta, con sombrero de ala ancha, junto a su humilde sonrisa, lo inspiró siempre a ser un maestro sencillo y a sacar adelante a su querida familia, que está compuesta por su esposa Virginia Domínguez, con quien lleva casado 68 años, sus cuatro hijos: María Virginia del Pilar, Antonio, Gisela y Celeste la menor, y nueve nietos y siete biznietos.
El maestro Cuervozeta es un juglar que se inspiró en su propio terruño, en su cuna ancestral, para crear el himno de Cajicá y la composición musical con el arreglo orquestal del maestro nariñense Raúl Rosero (q.e.p.d.). Posteriormente inventó el himno del municipio de Cota.
El himno de la Fortaleza de Piedra fue estrenado el 28 de marzo en los actos de conmemoración del cumpleaños No. 461 del municipio, cuando el alcalde era Carlos Enrique Cavelier Gaviria, según reseña el Diario Cajicá Empresa Común, en su edición de abril de 1998.
Cuervozeta incluyó la frase ‘El verdor de tus campos se trueca’, expresión que para el modo de ver del autor de esta crónica, es futurista, pues hoy se truecan los edificios capitalinos por el verde de nuestras montañas, ese verde que atrae tanto a turistas, foráneos y nativos, el verde de las montañas cajiqueñas, ese verde, término preciso, que es lo que atrapa a la gente que llega a conocer este bello municipio y toma la decisión de quedarse a vivir sus años dorados.
Una de sus grandes amigas ha sido la educadora, abogada y fiel compañera de diálogos, visitas, risas y controversias políticas, la licenciada Carmen Martínez de Torres, rectora por muchos años de la I.E.D. Pompilio Martínez, uno de los colegios públicos más reconocidos de Cajicá, quien lo define como “un gran soñador”.
Y su gran amigo de confidencias, anécdotas y correrías por municipios de Sabana Centro y otras regiones de Colombia en el ámbito deportivo, es ‘el gordo’; así lo llama amigablemente al historiador soposeño José Vicente Prieto Rojas. A su ‘querida y amada Cajicá del alma’, siempre la llevará en su corazón, lo repite a menudo.
Periodista y fotógrafo
La vida pública de este cajiqueño siempre ha girado alrededor de odios y amores, desacuerdos y controversias, situaciones que en las que se ha desenvuelto como periodista, con cercanía, a su manera, a alcaldes, gobernadores, concejales y diputados; en fin, ha sido muy reconocido y a su vez muy controvertido en todos los ámbitos del amplio panorama político regional.
Con destacado aporte al periodismo y al deporte en el departamento, Cuervozeta dice del periodismo: “es una pasión que se lleva en la sangre al igual que el amor que siente por su tierra natal: Cajicá, que la siente más cuando escribe temas de Cundinamarca” (El TIEMPO, 16 de octubre de 1.999).
Cuervozeta, que hoy tiene 89 años, ha sido merecedor de inumerables reconocimientos: condecoraciones, galardones, premios y distinciones, entre ellos los de la Alcaldía de Cajicá a través del Instituto Municipal del Deporte, la Recreación y el Turismo, en febrero de 1997.
Una de sus composiciones inconclusas fue el deseo de escribir un libro, pero ya está ‘avanzado el tiempo de escritor’, y como una de las características de su sello personal es ser un ‘gran soñador’, pensó mejor: dejó ese legado cultural a uno de sus nietos o a su hija Celeste, que al final de sus jornadas le colaboró como correctora de estilo.
“Cuervo cumple más de 6 décadas en está la profesión más linda del mundo, según el pensador africano Albert Camus. Sus colaboraciones encierran también fotografías, poemas y de las últimas, himnos, acrósticos y epígrafes” (Tomado del periódico El Observador).

