Cándida su legado ancestral 20/09/2022
Cándida
Por Eugenia Castaño Bohórquez

Cándida una hermosa mujer con su cabello largo plateado, con una larga trenza, unos pendientes dorados y un collar dorado, combinando muy bien su ropa con rojo y fucsia lo que denota la fuerza de su carácter, la vivacidad de su personalidad, muy femenina pese a su historia de una mujer fuerte, totalmente adelantada a su tiempo y su contexto en el campo y zona rural de Málaga Santander, más exactamente procedente de Capitanejo.

Una mujer que tuvo que hacer frente a su casa desde muy joven porque todos sus hermanos se marcharon del pueblo, ella fue instruida por sus padres en las labores del campo, aprendió exactamente a sembrar las dos siembras del año, la primera llamada la siembra de año grande y la segunda la traviesa. En cada una de las etapas se sembraban productos distintos porque según la sabiduría de Cándida la tierra se puede cansar.

También aprendió a dirigir a los obreros para que todo en su finca funcionara, ella no tenía tiempo de hacer tantas labores de la casa como tejidos, o lo que acostumbraban a hacer las mujeres de su época, ella tuvo que hacerse cargo de sus padres y aprender a dirigir su finca, se levantaba todos los días a las 4 de la mañana y se acostaba a las 9 de la noche.

De los productos que Cándida aprendió a sembrar en Capitanejo Norte de Santander están el frijol, maíz, trigo, tabaco entre otros. También aprendió algo de astronomía, porque hay algunos productos como el maíz y el tabaco que se siembran en creciente y en menguante se siembra la hierba y el trigo; porque hay algunos productos agrícolas que necesitan más energía y otros no.

Cándida mencionaba que no acudió a la escuela pero sin duda todo su aprendizaje a través de la experiencia es casi científico y no tendría que envidiar nada a estudiantes de las mejores instituciones, porque ella de manera empírica es una persona con un altísimo conocimiento en el tema de la agricultura.

Ella se enamoró como todas las chicas en su tiempo pero tanto su marido como ella debieron vivir separados porque sacrificaron su amor para convivir con sus padres y cuidarlos, es así como eran novios eternos y de esa manera formaron su familia en la distancia, cada uno en la casa de sus padres y tuvieron sus hijos, ahora sus nietos, una historia bien particular. Llegaban a esos acuerdos familiares para poder seguir protegiendo su patrimonio y su familia.

Cándida es todo un patrimonio cultural, es el reflejo de tantos campesinos a los que les debemos lo que comemos, de hecho ella que vive ahora en Usaquén, porque sus hijos vendieron las tierras para venirse a Bogotá, lo cual le supuso a ella un cambio total, imparte sus enseñanzas a sus hijos y a sus nietos siempre con el mensaje de que la comida se debe respetar y cuidar porque cuesta mucho obtenerla.

Cándida una líder en su familia que se hizo a pulso, ahora mismo una mujer sabia colombiana llena de riqueza y de enseñanzas.

Una venía con mi sombrero.