Tradwife y mujer trofeo: entre la libre elección y el retroceso social 11/06/2025
Tradwife y mujer trofeo: entre la libre elección y el retroceso social.
Durante siglos, las mujeres han tenido que luchar con firmeza por derechos básicos que les fueron negados: el acceso a la educación, al trabajo, a votar, a decidir sobre sus cuerpos, a participar en la vida política, a vivir libres de violencias.

Este proceso ha sido arduo y, en muchos países, aún está en construcción. Por eso resulta preocupante el resurgimiento de discursos que, en nombre de la "libertad de elección", buscan romantizar la subordinación femenina y devolver a la mujer a un rol secundario dentro de la sociedad.

En redes sociales como TikTok o Instagram, han ganado notoriedad dos figuras que encarnan este fenómeno: la "tradwife" (esposa tradicional) y la "mujer trofeo". Tradwife: la feminidad retro empaquetada como empoderamiento pone en duda si realmente existe libertad cuando las decisiones están condicionadas por mandatos culturales o religiosos que sostienen el patriarcado.

Mujer trofeo: la feminidad como objeto de estatus

La "mujer trofeo" es otro arquetipo que se mantiene vigente. Se trata de la mujer joven, bella, hipersexualizada, que acompaña a hombres poderosos como símbolo de éxito. A diferencia de la tradwife, su rol no está enfocado en lo doméstico, sino en lo social: asistir a eventos, ser admirada, mantener una imagen impecable. Pero su valor, en ambos casos, no reside en su inteligencia, autonomía o liderazgo , sino en su capacidad de cumplir un ideal masculino. Ambos perfiles, aunque distintos, comparten una raíz: el valor de la mujer está mediado por su vinculo con el hombre, no por su desarrollo individual o su participación plena como ciudadana.

¿Retroceso disfrazado de elección?

Es aquí donde surge una de las grandes preocupaciones: cuando las redes sociales convierten estos roles en aspiraciones deseables, especialmente entre las nuevas generaciones, se corre el riesgo de normalizar formas de subordinación como si fueran empoderamiento.

Esto implica un retroceso respecto a las conquistas del movimiento de mujeres, que durante décadas ha reclamado igualdad de derechos, participación en la vida pública, libertad reproductiva y autonomía económica. Cuando se celebra el regreso a modelos donde la mujer se define por su función dentro del hogar o por su estética, se invisibiliza el trabajo histórico de miles de mujeres que han luchado -y siguen luchando- por un futuro más justo.

Conclusión: ni molde tradicional, ni "libertad" sin contexto

Las mujeres deben tener derecho a elegir. Pero esa elección no puede entenderse como libre si ignora el contexto patriarcal en el que se produce , si niega las múltiples formas de opresión que aún persisten y si refuerza los estereotipos que limitan el potencial femenino.

Hoy más que nunca, debemos defender la diversidad de proyectos de vida, cuestionar los discursos que glorifican la sumisión y apostar por una sociedad donde todas las mujeres puedan desarrollarse con dignidad, libertad y justicia. El verdadero empoderamiento no consiste en elegir entre ser una mujer trofeo o una tradwife, sino en construir nuevos caminos fuera de los moldes impuestos.

"No nacimos para adornar su mundo, nacimos para transformarlo". El mensaje refuerza la idea de que las mujeres no deben ser reducidas a roles decorativos o subordinados, y reivindica su poder transformador en la sociedad.