La importancia de la iglesia 23/10/2025
En la cuarta entrega de este artículo trataré sobre el gobierno civil. La idea de “gobierno” viene de Dios, según lo leemos en la carta a los Romanos capítulo 13 versículos del 1 al 6 que dice: “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por Él.

Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo. Porque los gobernantes no están para infundir terror a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres librarte del miedo a la autoridad?

Haz lo bueno y tendrás su aprobación, pues está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces debes tener miedo. No en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios para impartir justicia y castigar al malhechor. Así que es necesario someterse a las autoridades no solo para evitar el castigo, sino también por razones de conciencia. Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar.”

Dios ha provisto la Iglesia para gobernar, cuidar, proveer, proteger a las personas en lo espiritual. La Biblia enseña que en lo natural las personas son protegidas por medio del Estado y sus gobernantes. Si no fuera por los gobiernos la Iglesia no existiría, sería casi imposible porque el mundo estaría en un caos permanente.

El Gobierno establece protección y orden, lo que permite a la Iglesia predicar el evangelio con libertad. Sino fuera por el gobierno humano nuestro tiempo sería como los días de Noé en los que reinaba el caos total; cada cual hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio. Era un tiempo de mucha violencia en el que era difícil predicar; solo existían ocho personas salvas en toda la población del mundo, entre ellos un predicador, Noé.

Ahora, en 1 Corintios 14:33 dice: Dios no es Dios de desorden, sino de paz. Aun entre los animales se puede apreciar que Dios les capacita para conducir sus asuntos de una manera ordenada. Por ejemplo, considere como un sin número de hormigas u ovejas viven juntas, en orden, y tienen un gobierno entre ellas. No es de extrañarse que Dios estableciera un sistema ordenado para los hombres en el cual los justos pueden ser protegidos de la corrupción y violencia producida por los injustos. Dios estableció a los gobiernos para que gobiernen a sus ciudadanos por medio de leyes basadas sobre principios de rectitud, equidad y justicia, de manera que los impíos sean refrenados de sus injusticia y violencia por medio de castigos y respeto a la autoridad. Las autoridades son responsables ante Dios por su fidelidad o infidelidad para establecer Sus decretos.

El propósito de un gobierno es castigar a los transgresores, es la razón número uno. Es importante entender que fue Dios quien estableció el “gobierno” y por qué lo hizo. Cuando Noé bajo del arca Dios le dio los principios del gobierno humano y ahí comenzó esta idea. Dios añadió después más detalles y formas de cómo hacerlo, pero básicamente el gobierno ayudaría a menguar la violencia para protección del pueblo.

Nos maravillamos de la sabiduría de Dios al hacer tal provisión cuando recordamos que en 1 Juan 5:19 dice que el mundo entero está bajo el maligno. La única cosa que frena a las personas que están fuera de Cristo es el temor del castigo, que es lo que corresponde a los gobiernos hacer a través de las cárceles, las penalidades, los impuestos, las multas, sanciones y más. Si no existiera alguna forma para refrenar los males comunes en la sociedad, entonces los justos estarían a la merced de los injustos en todos los aspectos de la vida diaria. Ahora paso hablar sobre los negocios y el mercado libre. Los principios de mercado libre vienen de la Biblia.

El diccionario define el capitalismo como un sistema económico caracterizado por la propiedad privada o cooperativa de bienes capitales por inversiones que están determinadas por decisiones particulares y por precios, producción y la distribución de bienes que están determinados principalmente por la competencia en el mercado libre.

Aunque la Biblia no menciona el capitalismo por nombre, sí habla mucho sobre cuestiones económicas y principios de capitalismo como por ejemplo secciones enteras del libro de Proverbios, y muchas de las parábolas de Jesús tratan sobre asuntos económicos como tal, aprendemos cual debe ser nuestra actitud hacia la riqueza y como debe manejar el cristiano sus finanzas. La Biblia también nos muestra una descripción de nuestra naturaleza humana que nos ayuda a evaluar el posible éxito o fracaso de un sistema económico en una sociedad.

Debido a la avaricia del hombre natural, sin Cristo, el capitalismo no es un sistema perfecto de ninguna manera, pero sí adecuado, el capitalismo ayuda que la población se levante y salga de la pobreza mejor que otros sistemas. La Biblia enseña la importancia de la industria, el trabajo duro, la propiedad privada. En la historia de la raza humana ha habido tiranos muy ricos y masas de personas muy pobres. Por miles de años no hubo una clase media ni libertad por iniciativa individual. Cuando la Iglesia predicó el evangelio en Europa los conceptos bíblicos de labor, industria y propiedad privada eventualmente sacaron al mundo de la pobreza.

Gracias a la Iglesia hemos enseñado y modelado el valor de trabajo duro. La Biblia dice si no trabajas no comes. Si alguien puede trabajar, que trabaje; Dios siempre abre puertas.