¿Le quedó grande a la Fiscalía el esclarecimiento de la muerte del profesor Gamaliel? 12/04/2022
la muerte del profesor Gamaliel
Por: Redacción EL OBSERVADOR. Foto: Infobae.

Al cierre de esta edición 80 de EL OBSERVADOR, no se conoce todavía algún dictamen de la Fiscalía General de la Nación, que dé pistas siquiera sobre la macabra muerte del profesor de ballet clásico y matemáticas, Gamaliel Enrique Álvarez, cuyo cadáver fue hallado cubierto en una placa de cemento en su residencia del barrio Puente Vargas de Cajicá. Nadie ha sido llamado a indagatoria.

Gamaliel Enrique Álvarez García había nacido el 24 de octubre de 1978 en Ayapel (Córdoba). Su nombre empezó a circular en los medios de comunicación y en las redes sociales tras confirmarse que era la persona cuyo cuerpo fue hallado enterrado en una placa de cemento instalada debajo del mesón de una cocina de su vivienda en el barrio Puente Vargas de Cajicá. ‘Gama’, como lo llamaban cariñosamente sus amigos y familiares, había sido profesor de matemáticas en varios colegios de Cundinamarca.

Por informaciones preliminares, el cadáver encontrado presentaba una herida con arma blanca en el cuello y signos de maltrato. Así fue descrita por los investigadores la última imagen de Gamaliel, quien, según los hallazgos, fue enterrado en el mesón luego de desangrarse por el corte recibido en el cuello.

La muerte de ‘Gama’ conmocionó a Cajicá. Él había sido reportado como desaparecido. Sus vecinos, familiares y amigos, preocupados, empezaron a llamar a su casa, pero aseguran que quien contestaba era otro hombre que se hacía pasar por él. Todo era un misterio. Sin embargo, el 26 de noviembre las dudas se despejaron y se empezó a develar el macabro crimen.

Según contó a los medios de comunicación a inicios de marzo pasado Ena Luz Álvarez (hermana de Gamaliel) ese viernes 26 de noviembre de 2021, pasadas las 6 de la tarde, recibió la llamada de una vecina de la residencia de Gamaliel, quien le informó que se requería su presencia en la casa materna, porque Gamaliel no aparecía desde hacía dos meses y la Policía necesitaba que un familiar cercano autorizara el ingreso a su vivienda.

Ya allí, el Comandante de Policía de Cajicá le informó la situación y después de verificar la existencia de una denuncia formal por la desaparición de su hermano, Ena Luz recibió una copia de las llaves de la vecina de confianza y se procedió a abrir la puerta de acceso. Para ello ‒cuenta Ena Luz‒ se requirió la ayuda del maestro de obra de confianza del occiso. Entonces ingresaron al inmueble cuatro personas: el Comandante de Policía de Cajicá, un policía de la SIJIN, Ena Luz y su esposo.

Después de revisar cada espacio de la casa, seis cosas llamaron la atención de Ena Luz y sus acompañantes: la ausencia de Gamaliel en la casa; la falta de su motocicleta, el computador y la tableta; y el que el celular IPhone de su hermano se encontrara encendido y conectado al tomacorriente de su habitación. También, el olor extraño que emanaba del interior de la cocina auxiliar; igualmente, evidencias de lo que parecía el resultado de un incendio o explosión al interior de un baño, y que toda la casa se encontraba muy limpia.

“Cuando se revisó la cocina auxiliar ‒narró Ena Luz‒ se encontró una rara construcción con forma de dos escalones debajo del mesón”. Por eso la Policía hizo seguir al maestro de obra para preguntar sobre esta construcción y el baño, pero el hombre dijo que no sabía. “Después de autorizar romper, el maestro de obra comenzó a derribar con un martillo, pero eso no le hizo nada al concreto... En vista de la solidez del material, se solicitó a los vecinos una barra de hierro, un taladro y un mazo de acero. Al poco tiempo ya se tenían estas herramientas y el maestro de obra continuó rompiendo. Minutos después se logró abrir un pequeño hueco y salió un fuerte olor. Inmediatamente el policía de la Dirección de Investigación Criminal (SIJIN) dijo que todos teníamos que retirarnos porque ahí había un cuerpo enterrado y que llamaría a Bomberos y al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), porque ellos debían encargarse…

“Después de un lapso de espera, primero llegaron dos integrantes del Cuerpo de Bomberos de Cajicá. Tiempo después llegaron tres funcionarios del CTI de la Fiscalía del municipio vecino de Chía, porque aquí en Cajicá no hay ese personal.

“En compañía de la Policía, los bomberos iniciaron el rompimiento de la placa de concreto. Cuando llegó el personal del CTI, revisaron el lugar y empezaron a tomar las declaraciones del maestro de obra y posteriormente a mí, como hermana de Gamaliel.

“Al poco tiempo, los bomberos dejaron de romper por miedo a dañar el cuerpo y la escena del crimen. Por orden de su superior, recogieron sus equipos y se fueron cerca de las 11 p.m.”.

Irregularidades
Según la descripción de Ena Luz a la prensa, “en ese momento se presentó la primera irregularidad: “Entre las 11 de la noche y las 2 de la mañana del sábado 27 de noviembre, los funcionarios del CTI de la Fiscalía ingresaron y salieron varias veces de la casa, se veían desesperados porque no tenían los equipos ni las herramientas necesarias para exhumar el cuerpo. No tenían ni un cortauñas”.

Y continúa narrando Ena Luz: “Como no tenían herramientas, y para obtener ayuda, en varias oportunidades los funcionarios del CTI se intentaron comunicar con el Alcalde de Cajicá, con el Secretario de Gobierno y con la Directora de Gestión del Riesgo del municipio. Ante la insistencia, la Directora de Gestión del Riesgo de Cajicá le respondió a la jefe del CTI de Chía: “Eso no es problema mío”, luego colgó y le apagó el celular. Al final, nadie le prestó ayuda a la Fiscalía, incluso todos apagaron los celulares. Dos concejales del municipio estuvieron presentes durante todo lo sucedido: Armando Cajamarca y Felipe Estupiñán.

“En vista de que la Fiscalía no obtuvo ayuda de la Administración Municipal, a las 2 de la mañana, un funcionario del CTI llamó al teléfono celular del maestro de obra para que les ayudara a romper la placa de concreto. Como su residencia es cerca, pocos minutos después el maestro de obra regresó y un funcionario del CTI le entregó un overol y guantes. Luego el maestro de obra ingresó a la casa y empezó a romper la placa de concreto. Lo que sorprende aún más fue lo que comentó uno de los investigadores del CTI, que el maestro de obra rompió la placa con tal precisión como si tuviera visión rayos x o supiera la posición del cuerpo.

“Durante el rompimiento, el maestro de obra salió al antejardín varias veces para tomar aire y terminó de romper la placa de concreto cerca de las 4 de la mañana del sábado 27 de noviembre. Posteriormente, los funcionarios del CTI procedieron a sacar el cuerpo, sobre una camilla y envuelto en bolsas blancas.

En este punto de su narración, Ena Luz anota: “Quiero que se imaginen la siguiente situación: De acuerdo con más de 10 indicios claros y verificables, que conoce la misma Fiscalía, la persona que presuntamente secuestró, torturó, asesinó y sepultó debajo de una placa de concreto a mi hermano en la casa, fue la misma persona, que, por invitación directa de la Fiscalía, terminó rompiendo y sacando el cadáver de mi hermano. Así como lo escuchan. Ese incomprensible error lo cometió la misma Fiscalía de Colombia. La misma Fiscalía que, según el fiscal general Francisco Barbosa, emplea las técnicas más avanzadas de investigación criminal. ¿Con algo así, ustedes no creen que la investigación se dañó desde el comienzo?

“Al finalizar la inspección, los funcionarios dejaron las ventanas abiertas del primero y tercer piso para que saliera el mal olor, apagaron las luces y bajaron los tacos de la luz. Procedimos a cerrar la puerta de acceso y nos entregaron las llaves diciendo que “La casa ya queda libre. Pueden ingresar”. En los muros de la casa quedó amarrada una cinta amarilla de seguridad, pero los funcionarios del CTI no colocaron ningún sello adhesivo de seguridad pegado en la puerta. Según el CTI, el acceso a la casa quedó libre.

“Antes de irse, un funcionario del CTI mencionó que ahora tenían otro problema, que no sabían cuál morgue iba a recibir el cuerpo porque Cajicá no tiene sala de necropsia de Medicina Legal. Que mirarían si el cuerpo lo recibiría Bogotá, Chía o Zipaquirá por estar cerca.

“Pues en efecto, ni Bogotá, ni Zipaquirá, ni Chía recibieron el cadáver de mi hermano. Debido a eso, la camioneta del CTI estuvo vagando por nuestra bella Sabana y terminó en el parque de Cajicá, al frente de la Alcaldía, hasta la 1 de la tarde, hasta que el sacerdote de la Parroquia de Cajicá ayudó a habilitar temporalmente una habitación que no tiene licencia sanitaria de funcionamiento vigente ni tampoco cuenta con los elementos necesarios para hacer una necropsia, pero fue allí donde finalmente la médico legal realizó la necropsia.

“Dos días después, el lunes 29 de noviembre, un vecino nos informó que alguien había sacado algunas cosas desde una de las ventanas abiertas de la casa y que además se veían luces encendidas en la casa, que al parecer alguien había ingresado nuevamente a la casa. Al visitar la casa a las 5 y 44 p.m., que lo tenemos en video, lo pudimos constatar, una luz estaba encendida. En ese momento y por coincidencia nos encontramos con otro investigador del CTI y le contamos lo sucedido.

“En vista de la irrupción en la casa, y solo hasta el día martes 30 de noviembre, es decir, tres días después de exhumar el cuerpo, el funcionario del CTI puso un sello adhesivo de seguridad pegado en la puerta.

“En la segunda inspección del CTI a la casa, realizada el jueves 2 de diciembre entre las 6 de la tarde y las 2 de la mañana del día siguiente, sucedió otro evento irregular. Mientras los técnicos del CTI revisaban cada rincón de la casa, un funcionario del CTI salió y me entregó una letra de cambio a favor de mi hermano por un valor cercano a los 10 millones de pesos, para que la cobrara”.

Observaciones
En este momento de la información, Miguel Torres Clavijo, esposo de Ena Luz precisó: “Frente a esta irregularidad, tenemos tres observaciones: 1. No entendemos por qué el investigador del CTI nos entregó la letra de cambio si se supone que, según los Manuales de la Fiscalía anteriormente mencionados, esto constituye un elemento clave en la investigación que debe ser asegurado, preservado y embalado como elemento de prueba, porque puede ser la motivación del asesinato. 2. Nos queda la duda si la letra de cambio es real o fue escrita por algún funcionario del CTI, porque esta no coincide con la letra de Gamaliel, y se realizó como una trampa para que se cobrara, con el objetivo de involucrarnos en la investigación. ¿Acaso esta es una nueva técnica que aplica la Fiscalía del señor Francisco Barbosa en todas las investigaciones para así resolver rápidamente los casos? 3. ¿Por qué el investigador del CTI, al entregar la letra de cambio, no la registró en el formato de acta de entrega de pertenencias a familiares de que dispone la Fiscalía?

Y continúa Ena Luz: “En la tercera inspección del CTI a la casa, realizada el martes 14 de diciembre entre las 5 de la tarde y las 11 de la noche, sucedió otra irregularidad. En esta ocasión, mientras los técnicos del CTI realizaban su trabajo, la jefe del CTI de Chía invitó a entrar a la casa a personas ajenas de la investigación; se trata del Personero de Cajicá y de un contratista de la Personería. Ellos ingresaron sin trajes ni elementos de protección.

“En la cuarta inspección del CTI a la casa, realizada el miércoles 19 de enero de 2022 a las 11 de la mañana, sucedió otra irregularidad. En esta ocasión, uno de los investigadores del CTI nos llamó para abrir la puerta, pero no nos dijo qué procedimiento iban a hacer. Al llegar, ingresó solo a la casa, sin el traje de protección, y sacó la puerta del baño donde se evidencia la explosión, envuelta en unas bolsas plásticas negras.

“Adicionalmente, al preguntarle al investigador del CTI por la investigación nos mencionó que, hasta ese momento, es decir 54 días después de encontrar a mi hermano, la Fiscalía no había podido desbloquear el celular IPhone. Al finalizar no entrega el acta de inspección. “En la quinta inspección del CTI a la casa, realizada el viernes 11 de febrero desde las 7 y 30 a 10 de la noche, sucedieron varias irregularidades más: La primera, durante la llamada previa del investigador del CTI, le informaron a mi esposo que necesitaban que yo les abriera la casa porque querían hacer una inspección con el objetivo de determinar los objetos perdidos de mi hermano. Mi esposo le respondió que yo no podía salir porque me sentía muy enferma y estaba lloviendo. En vista de la importancia, mi esposo decidió abrir.

“Antes de salir, mi esposo llamó al investigador del CTI, estando en altavoz, contestó la Jefe del CTI de Chía, él le preguntó si existía la orden de inspección del Fiscal, ella no contestó y le pasó al teléfono a un Fiscal, su respuesta fue indignante, no fue amable, no se presentó, no explicó nada, automáticamente empezó a gritar diciendo que teníamos que abrir, que, si no, allanaba la casa. Solo estábamos preguntando.

“Por si esto fuera poco, al finalizar la llamada, no colgaron pronto y se escuchó al fondo como todos los del CTI presentes en el lugar se reían y se burlaban frente a la respuesta y el manejo del Fiscal.

“Ya en la quinta inspección, junto con dos funcionarios del CTI de Chía ingresaron a la casa cuatro personas de civil, sin presentarse, sin identificación institucional y sin traje de protección; entre ellos, aparentemente, el Fiscal de la mencionada llamada, y supuestamente con el objetivo de determinar los objetos perdidos de mi hermano.

“No obstante, según el acta de la inspección, enviada a mi correo personal posteriormente, lo que hizo la Fiscalía fue sacar de la casa varios documentos como títulos valores, talonario de cobros de arriendos, facturas y comprobantes. Dos mujeres civiles, sin traje de protección, se pasearon por toda la casa, ingresaron a los cuartos”.

Hasta aquí la narración de Ena Luz, la hermana de Gamaliel.
Si bien las hipótesis sobre el misterio que rodea la muerte de Gamaliel aún no son muy claras, en el barrio se cuenta que pudo ser una pareja, quizás un amigo que le ayudaba con reparaciones en su casa o hasta un presunto homicidio familiar. Cuando a los vecinos se les consulta por la relación de Gamaliel con su hermana Ena Luz, la que clasifican de distante, pues abandonó la casa después de la muerte de su madre, quien les dejó cinco propiedades; entre ellas, la casa donde fue trágicamente asesinado el profesor. No obstante, para ellos tampoco es muy claro; al parecer, ‘Gama’ era un hombre hermético y hasta rodeado de misterio, según sus amigos más cercanos.

Ena Luz Álvarez ha dicho que la Fiscalía ha intentado incriminarla en el caso de su hermano, Gamaliel. A lo que ella responde: “Yo no soy Jhonier Leal”, en referencia al confeso asesino de su hermano el peluquero Mauricio Leal y de su madre Marleny Hernández, un crimen que también conmovió a Bogotá recientemente.

Seis meses y nada de sindicados
Lo único cierto es que seis meses después del macabro suceso, la familia, los amigos, estudiantes y vecinos del profesor Gamaliel exigen justicia ante la muerte del profesor. Por su parte, la Junta de Acción Comunal de Puente Vargas, el barrio donde ocurrieron los hechos, manifestó en un comunicado: “Levantamos nuestras voces para pedir justicia, que esto no quede en la impunidad, es un hecho lamentable. Hacemos un llamado a la hermandad y la solidaridad entre vecinos para evitar que la inseguridad se incremente más en el sector”.