Política
Argentina es el país de América, con un desarrollo político que se ha dado en medio de tremendas dificultades y que en su historia registra la presencia del pensamiento de hombres y mujeres excepcionales, por su vocación justicialista; también de momentos aciagos y oscuros con la participación de siniestros personajes, perpetradores de los más horrendos crímenes. Si hay un país en el mundo que sienta sincero orgullo de su desarrollo socio político, ese es Argentina; desde Perón y Evita, pasando por Cámpora, e Isabel Martínez de Perón y llegando hasta Kirchner y Cristina, tenemos que concluir que es una nación que sigue naciendo con un sistema político, forjado por la militancia en las ideas.
Cristina Fernández de Kirchner, es una mujer militante del partido político más sólido en América, en los últimos 50 años. Cristina Fernández, desde el año 2.002 con el ascenso al poder de su marido, el extraordinario hombre de estado Néstor Kirchner, ha tenido que afrontar las más difíciles situaciones, pero siempre ha salido airosa, por eso su discurso de instalación en el marco de la decimocuarta sesión de la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana -EuroLat-, que reúne a parlamentarios de Europa y América Latina, señala en primer lugar, la necesidad de trazar caminos de integración para hacer entender a las grandes potencias, que el mundo debe ser gobernado con conceptos de justicia y libertad; cuando la señora Kirchner se refiere al doble rasero de gran parte de la comunidad internacional, cuando se trata de respaldar o descalificar la invasión que hace una potencia internacional con argumentos alejados de la equidad, o cuando afirma que los mercados deben tener el ojo avizor del estado y más aún, cuando se refiere a la pandemia y dice que la tragedia desenmascaró al neoliberalismo, no hace cosa distinta que sentar una posición política, producto de sus convicciones como militante.
Cuando hace énfasis en que el edificio, donde se está desarrollando este congreso lo inició su esposo, ella lo inauguró, pero jamás había vuelto a hablar en ese recinto, muestra su permanente actividad en la política y la línea que sigue trazando.
En otra parte de su discurso afirma “la desigualdad no es algo que se produzca de forma natural, no es algo que brote de la naturaleza, es el producto de decisiones políticas” y más adelante agrega “por decisiones políticas o falta de ellas, crece la desigualdad”, su llamado se tornó dramático, para que los estados y gobiernos adopten políticas que le permitan el desarrollo a los pueblos, aboga porque los estados se aparten del neoliberalismo y vuelvan a asumir la responsabilidad de la educación del pueblo, la salud, la vivienda y en general el bienestar social. Esas son tareas que le corresponde y deben ser asumidas por los estados y los gobiernos y no por los privados.
Cristina Fernández de Kirchner, en una disertación de 30 minutos, hizo una radiografía de la política latinoamericana y mundial, con tan alto grado de síntesis y precisión que obligó a los asistentes a aplaudirla repetidamente y ponerse de pie, sin duda alguna, esta destacada líder peronista seguirá orientando por mucho tiempo a la militancia de su partido y a los pueblos con visión de futuro en todas partes de la tierra.