Si bien al arte de expresar las ideas de manera oral o escrita no tiene género, si hay una connotación que relaciona la definición de las composiciones hechas por mujeres y las que han sido conocidas como aporte del sexo masculino. Quienes hemos optado por dejar las palabras como huellas de nuestras ideas, sabemos que siempre van ser contrastadas con otras épocas y autores.
No ha sido fácil el trabajo de las mujeres que se atrevieron a ingresar en el anchuroso campo de las letras demostrando su talento hasta ganarla aceptación merecida en el lugar donde la censura excluyente les negó visibilidad por mucho tiempo. Sin embargo, en el caso de los hombres, la literatura escrita y su discurso en particular han tenido menos limitaciones. Como autores destacados han ganado un amplio protagonismo a través de todas las épocas haciendo más notoria la desigualdad de género. Hay muchas evidencias para corroborar la posición privilegiada de la llamada “literatura Masculina".
Si tomamos como ejemplo el premio Cervantes, cuyo objetivo es otorgar un reconocimiento al autor más destacado de la literatura en castellano, podemos observar que este premio tan importante con más de 50 años de historia, se ha entregado solamente a 7 mujeres. Algo parecido sucede con el premio Nobel literario donde la mayoría de autores premiados pertenecen al género masculino. Esto mismo sucede con frecuencia a la hora de los reconocimientos. Para rescatar algo a nuestro favor, vale destacar que existe el DÍA DE LA ESCRITORA cuya fecha es el 19 de octubre y se instituyó por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España.
Por fortuna, el auge que vive hoy la Literatura escrita por autoras colombianas se caracteriza por la lucha férrea de la libertad de palabra y en gran parte por la rebelión contra fórmulas clasificatorias convencionales de la crítica. Cada vez estamos demostrando que la literatura no es un patrimonio del hombre. Poco queda de la época cuando existían temas tabúes para la mujer. Ya pasaron los años en los que escribir sobre adulterio, sexo, o traumas históricos fueron tópicos vedados a las mujeres por ser exclusivos del lenguaje masculino.
En cuento a la práctica escritural, la escritora se relacionaba más con la poesía, el sentimentalismo, y el romanticismo. Eso explica por qué cuando se conoció la famosa novela "Cumbres Borrascosas" del autor Ellis Bell, los críticos consideraron que se trataba de una obra entre cruda, burda y salvaje pero muy válida y completa por su realismo. Lo que inicialmente desconocían era que el nombre del autor correspondía a un seudónimo masculino elegido por la novelista Emily Bronte quien recurrió a esa estrategia para sortear las dificultades que tenía la mujer para expresarse con crudeza ante la sociedad. Otro caso conocido es el de Mary Anne Evans, autora de la novela" Mujercitas" quien adoptó como seudónimo el nombre de George Eliot. Mary Anne consideró que era la única forma de escribir sus ideas sobre tragedia, guerra y ambiciones revolucionarias sin ser mal interpretada y lograr aceptación. Pasando al presente y a propósito de seudónimos recordé el caso curioso que le pasó a nuestra novelista Laura Quintana (ganadora del premio Alfaguara de Novela) quien postuló su obra bajo el seudónimo de Claudia de Colombia.
¿La razón? Ella tomó el nombre del personaje central de su novela pero, en las especificaciones del premio decía que seguido al seudónimo debía estar el país de origen del escritor.
Hoy en día la escritura no se relega a zonas temáticas predeterminadas. Hombres y mujeres tenemos las mismas fuentes de inspiración pero cada cual busca la manera de comunicarla. En narración, no se privilegia un tipo particular de discurso, y por fortuna, las mujeres, hemos superado problemas de género e identidad. Sin embargo, en Colombia, se ha dado un caso muy particular con el género musical conocido como "Vallenato".
Este género, rico en relatos y versos fue tomando una corriente donde los temas y el lenguaje masculino predominaban en las composiciones. A partir de 1960 empezó a surgir un descontento generalizado por muchas cantautoras quienes tímidamente fueron propagando en lenguaje oral y escrito sus composiciones. Algunas cantautoras desconocidas que fueron las primeras en grabar versos y leyendas, dieron pasó a una generación que actualmente está construyendo un lenguaje original acerca de la desigualdad por tantas décadas predominante.
EI camino hacia la búsqueda de nuevos horizontes continúa y las herederas de las dificultadas en el arte de la literatura siempre tendrán un motivo para seguir abonando el terreno donde pueda florecer su creatividad sin diferencias.